viernes, 12 de octubre de 2007


LAS MUJERES NUNKA APRENDEN A LA PRIMERA...

Han pasado un par de meses... y fueron meses trankilos, kon kambios, ajustes y rekonciliaciones... Pero finalmente He vuelto!... a las andanzas, a las noches de juerga, y lo más importante, a las historias... a akellas historias q solo nacen de la bien ponderada "soltería absoluta".

La noche del sabado fue una de akellas noches, en q el sabor amargo de la piskola se mezkla kon el humo del cigarrillo, las luces, y la musika muy alto. Y era una noche trankila, prometedora, sin moros en la kosta, sin sorpresas, solo yo, mi vaso, mi cigarrillo, mi chicle y mi amiga recién titulada en frente... bailando komo si la pista fuera nuestra... Fue una de akellas noches de ensimismamiento, en q te importa un pito el resto (a K. sobre todo, ja ja) y en q no esperas ninguna aparición divina. Una konvinación bastante dificil de konseguir por cierto.

Y así avanzaba el reloj, kuando... luego de un fugaz avistamiento, oí en mi kabeza la alarma de "danger" karacterística... y bueno, debo rekonocerlo, mi korazón se agitó (kosa q no sucedía hace bastante rato ya, para serles sincera)... Habían pasado aproximadamente cinko meses desde q no veía a este P.I. (pastel identifikado), y aunke nunk ha sido mino ni nada por el estilo, seguía provokando en mí ese maldito enkantamiento q llevan konsigo los pasteles, komo deskribí tiempo atras... una sensación conciente de q estas frente a un trozo lleno de kalorias, pero igual te mueres por pegarle una maskadita...

Y kaí, kaí en sus redes, después de q hasta me juré q me vengaría de alguna forma del personaje si lo volvía a ver... me salió el tiro por la kulata komo se decía en mis tiempos... Y volvió a sonreír... maldita su sonrisa... Y volvió a actuar komo antes, kon su tira y enkoge, esa maldita manía q atrae komo moskas a las mujeres komo yo, q tienen mal ojo y gustan de los hombres komplikados...

Y así pasó la noche... kon konversaciones breves y breves acerkamientos... Horas de juego, de dar y kitar, de estar a punto de agarrarlo y por fin kumplir kon darle un beso para sakarlo de una vez por todas de la lista negra. Pero eso no sucedió... ahí kedó todo, exactamente igual q la vez anterior, solo en intenciones. Sin nada en klaro... solo más dudas, preguntas y malos presagios dando vuelta en mi kabeza. Siempre me pasa lo mismo, kuando yo elijo siempre lo hago mal...

La diferencia kon el episodio anterior, es q esta vez no esperaré... no miraré el celular una y otra vez esperando enkontrar akella llamada perdida... no volveré a buskar su kara entre la gente bailando... ni me imaginaré nuevamente el tan preciado enkuentro. Esta vez me lo tomo kon kalma, sin neurosis, sin obsesión, sin espectativas... porq aunq dijo q llamaría... se muy bien, q jamás lo hará....