domingo, 30 de marzo de 2008


SABER CUANDO RETIRARSE

Es inkreible la kantidad de kruces kon ke debemos kargar las mujeres a diario... A parte de todas las responsabilidades extra ke konlleva el hecho de ser mujer, también debemos konvivir kon una serie de fenómenos internos ke okurren especialmente kuando tratamos asuntos del korazón... impulsos lokos, arrebatos, actitudes ke uno en teoría renegaría a muerte, komportamientos ke juzgamos en nuestras amigas y ke aklaramos de paso "yo jamás haría eso o akello...", pero ke en el momento de los quiubo, pa ke andamos kon kosas... salen a flote aunke uno los reprima a fuerza, finalmente... pues ahí están...
La situación más ilustrativa de lo ke les komento es sin duda, el estar soltera y reenkontrarse kon un ex... akel es el peor escenario en kual podemos estar... a pesar de ke te mordiste las uñas una y mil veces tratando de eskapar de las llamadas post ruptura... o te aferraste a kualkier mala pelíkula en la televisión, para evitar akellas imágenes rekordándote lo bueno ke era en la kama... a pesar de todos esos esfuerzos y sakrificios... kuando llega el momento en ke vuelves a verle kara a kara... todo se va a la mierda... No te importan los kilos demás ke le hacen lucir un pokitin más bajo, ni la mala elección de kamisa para salir a una diskoteque, tampoko tus amigas diciendote al oído "se fuerte, no vallas..." porke antes de ke akabasen akella oración de reprimenda, tu ya estas a su lado mirandole a los ojos y deseandolo komo nunka nuevamente...
Y el deseo... es eso, solo deseo. Kon tantos años en las pistas... la mayoría de nosotras ha aprendido algo de nuestros pares machos. Hemos komenzado a vislumbrar el milagro de separar el amor del sexo, aunke sea por 20 minutos... y akella noche... akella noche yo me sentia kon ese poder. Mi mente y mi líbido, estimuladas por un par de tragos y el reggaeton, no me permitían kitar la sonrisa del rostro. Estaba segura... akella noche iva a ganadora... estando en la pista podía sentir ya el juego de seducción, la tensión en los roces, ese bendito preámbulo de miradas insistentes y acerkamientos kalientes... seeee... esa era mi noche. Y así entre ir y venir, dar y kitar... gracias a Doritos komenzaron a sonar los bien ponderados "lentos"... pero desde ese momento, kontrario a la lógika, mi brújula komenzó a girar en církulos...
Porke no me besa este wn, me preguntaba mientras girábamos en la pista... y ni sikiera pude cerrar los ojos... una, dos, tres kanciones y ahí estábamos en el mismo pto donde empezamos, pero kon la diferencia de ke el termómetro bajaba y seguía bajando. Kuando paró la músika y me miró a los ojos, dije por fin!!... la sonrisa me volvió a la kara y espectante me kede ahí de pié sin mover un múskulo, esperando al menos el ansiado beso... Entonces, el esboza una sonrisa... se acerka... y me dice... "me voy".................. Me voy????... me voy???, yo kería eskuchar eso, si!, pero en un kuarto de motel, despues de una kopa de pisko sour... osea... no era ke las minas kalentabamos la sopa?... y me kede ahí un par de segundos... kreo ke hasta kon la boka abierta... y mi kabeza komenzó a autoputearse una y otra vez... porke en teoría, y a los 25 años... toda dama debe saber kaptar las señales y alkanzar a retirarse digna.
Por kasi dos horas y muchos kilómetros, trate de enkontrarle razones y respuestas a ese "me voy"... las ideas se me agolpaban en los sesos... la gran mayoría, puras viles exkusas, porke así somos las mujeres, unas "exkusaidómanas"... nos pasamos la vida justifikando todas las acciones inkonvenientes de ellos hacia nosotras... pero luego, al rato... al sentir la arena entre mis dedos y el agua golpeándome los tobillos, me sentí finalmente en paz...
Kuando el cielo komenzó a aklararse y ya podía distinguir las olas mas lejanas, me detuve un momento, ahí sola, el agua gris, la playa desierta, interkambiamos un par de kosas kon el mar... kanté kon todo, kon las pokas kuerdas vokales desinchadas ke me kedaban a esa hora... le kanté al mar... kaminando hacia atras, sin kitarle la vista... terminé mi kanción y terminó el interkambio. Kuando subí al auto para regresar a la ciudad, miré hacia atras y le dije Adios, pero no al mar... al mar solo un hasta pronto... apoyé la kabeza en las piernas de mi amiga P., y pude cerrar los ojos... me sentía hambrienta denuevo... ahí kon el korazón rebosante de kalma, pude dormir todo el viaje...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mona... como te decia, lo bueno es q te atreviste nomas, ni el sabia tus intenciones ni tu (al parecer), ya nunca sabras las de el y q cosas pasan por su cabeza, a estas alturas de la vida, lo bueno es q puedes darte cuenta q eres una mujer q se atreve, y q tambien sabe cuando retirarse... Nada mejor q estar en soledad con la inmensidad del mar, para ponerse a pensar... y ponerse a olvidar... Besos...